Hasta cumplir los 5 años, son los hábitos de comportamiento los que ayudan a solucionar y evitar hacerse pis encima durante el día. Por ejemplo, los padres debemos pedir al niño ir al baño cada tres o cuatro horas, incluso aunque nos diga ¡No tengo ganas!
Es importante comprobar que los aseos están bien adaptados (un adaptador de tamaño puede ser útil) y observar qué el niño no tiene miedo a caer dentro de la taza, ¡algo más frecuente de lo que pensamos!. A menudo, es aconsejable también que los niños hagan pis sentados, porque les ayuda a vaciar su vejiga.
Una vez superada la edad de 5 o 6 años, y si el joven paciente es bastante maduro psicológicamente para ello, existen técnicas de reeducación para ayudarle a controlar mejor sus esfínteres y su musculatura abdominal. A veces el pediatra plantea el uso de algún medicamento anticolinérgico para atenuar las contracciones de la vejiga. Otro tema muy importante es luchar contra un posible estreñimiento asociado.
Es muy interesante optar por un reloj vibrante que avisa al niño, tantas veces como consideremos necesario y con discreción, el momento en que debe ir al baño. ayuda a crear hábitos de respuesta positiva.